Por: Maria del Mar Figueroa, Fernando Esteban Canticus y Sahara Murillo | Arte: Juan Felipe Izquierdo
Edwin Fernando Ramos, es el autor de la carroza Contra Viento y Marea que, a pesar de haber alcanzado el segundo puesto en el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto 2024, se dio a conocer en toda Colombia. Incluso, participó en el Carnaval de Barranquilla y se ha convertido en motivo de orgullo para el pueblo nariñense. La historia que inspiró la carroza tiene que ver con un milagro del que muchos pobladores de Tumaco hablan hasta ahora.
Edwin I
Desde niño, el artesano Edwin Fernando Ramos, había tenido esa inclinación por el arte. Su primera infancia la vivió en el departamento del Putumayo, exactamente en el Valle de Sibundoy o Alto Putumayo. “Esa motricidad de interactuar con la tierra me permitió, poco a poco, seguir fomentando esta parte del arte”, dice Edwin.
En Santiago, Putumayo, ubicado al suroccidente de Colombia, con tan solo 12 años, Edwin mostró sus primeras participaciones con disfraces, años viejos, e incluso, con una carroza en el Carnaval del Perdón o Bëtscnáté, un encuentro de fiesta y alegría celebrado entre los pueblos indígenas Inga y Kamëntsá que se realiza anualmente tres días antes del miércoles de ceniza y que marca el fin y principio del ciclo cósmico, renueva el orden y propicia el agradecimiento por lo obtenido.
Edwin se presentó a la Universidad de Nariño e ingresó a estudiar la Licenciatura en Artes Visuales. El 2020 fue un año especial para él. Una propuesta suya fue aceptada por primera vez para participar en el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto. Se trataba de la carroza “Sueño de Carnaval”. Según el medio de comunicación regional de Nariño CNC, la historia tras la carroza es el sueño de niño del maestro que hacía un homenaje a los días de juego del Carnaval. Pero para ser aceptado, antes tuvo que pasar por algunas dificultades. En 2015 se presentó por primera vez con un proyecto para el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto: la idea era participar en la categoría B, carrozas medianas, grandes y no motorizadas, pero no lo logró. Incluso, Edwin ya había participado en el Carnaval, primero con disfraz individual, y después en una comparsa. Así, por fin pudo cumplir el sueño que tuvo desde niño. “La idea era siempre el amor por llegar hacer una carroza”, dice Edwin.
El proceso creativo del artesano Edwin Fernando Ramos implica el siguiente proceso: ideación, investigación, bocetación y maquetación. Así, crea una reseña donde fundamenta su proyecto y a partir de eso, construye el prototipo que después pasa a ser evaluado por un jurado designado por CorpoCarnaval. Él hace una sustentación frente a los jurados sobre cómo se hizo el proceso para llegar a obtener esa obra y ellos son los que definen los puntajes.
El Carnaval
El Carnaval de Negros y Blancos que se celebra anualmente desde el 28 de diciembre hasta el 7 de enero, es una de las celebraciones culturales más importantes del departamento Nariño. Se realiza en la ciudad de Pasto y fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Congreso de la República de Colombia en 2009, incluido en la lista representativa del Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
En 2024, las carrozas del Carnaval de Negros y Blancos tuvieron un gran impacto mediático. Las redes sociales jugaron un papel crucial en la difusión del evento a través de las imágenes y los videos de las carrozas, volviéndose virales en plataformas como Instagram, Facebook, TikTok y X (anteriormente Twitter) en donde varios influencers y turistas compartieron sus experiencias y aumentaron la visibilidad del Carnaval.
De la misma manera, los reconocimientos y premios no faltaron. La calidad artística de las carrozas llevó a que el Carnaval recibiera una gran acogida tanto a nivel nacional como internacional. Fue tanto así, que la carroza “Contra Viento y Marea”, fue invitada para el desfile en el Carnaval de Barranquilla.
El Carnaval de Negros y Blancos tiene muchos componentes artísticos. Eso le permitió al artesano Edwin Fernando Ramos incursionar con la escultura, la pintura, la danza y el teatro. “Todo esto era un sueño y también había mucho amor por el Carnaval y por el arte”, dijo el artesano en su taller ubicado en la vereda Canchala, cerca a la parroquia María Madre del Redentor, en la capital nariñense. En el taller se encuentran partes de la carroza “Contra Viento y Marea”. Su disfraz individual quedó en tercer lugar; después, con la comparsa, quedó en segundo lugar y según Ramos: “El hecho de desfilar con más trajes le permitió compartir e interactuar con la misma gente”.
Carroza Contra Viento y Marea I
El padre de Edwin es de Tumaco y las veces que llegó a visitarlo en las vacaciones interactuó con muchos niños de esa ciudad, lo que le permitió reconocer la alegría y sabor de la costa del Pacífico nariñense.
Antes de hacer la propuesta del prototipo de la carroza “Contra Viento y Marea», había hecho una carroza: “La perla del Pacífico”. Esta carroza le permitió conocer mucha gente de Tumaco, entre ellos, políticos, empresarios y gente religiosa, entre otros. En 2023, la idea era postular la carroza al Carnaval del Fuego en Tumaco, en el mes de febrero, pero por la situación de la vía de Rosas, Cauca, se aplazó para junio. Después, hubo otros percances que no hicieron posible la presentación de la carroza. De todas maneras, entre esas personas que conoció estaban interesadas en que a través de este tipo de arte se pudiera visibilizar mucho más esta región del departamento de Nariño.
El Milagro
Ramos, en Tumaco, tuvo la posibilidad de conocer a Fray Every Cano, un sacerdote que hace muchas obras sociales en Tumaco. Le contó la historia del Milagro Eucarístico de Tumaco, precisamente cuando estaban frente al mar.
Según la Diócesis de Tumaco, dos agustinos recoletos fueron asignados por el santo obispo de Pasto, Monseñor Ezequiel Moreno y Díaz (hoy, San Ezequiel), para que cuidaran de las almas de aquellos lugares. Eran Fray Gerardo Larrondo de San José, nombrado Párroco de Tumaco, y Fray Julián Moreno de San Nicolás de Tolentino.
A las 10:36 a.m., del 31 de enero de 1906 la tierra tembló, derribando todas las imágenes que se veneraban en la iglesia parroquial. Invadidos por el miedo, los fieles fueron al encuentro de los religiosos, rogándoles que organizaran una procesión para pedirle a Dios su protección en esa emergencia. Los sacerdotes trataron de calmar a los tumaqueños, mostrando confianza, pero cuando les llegó la noticia de que el mar ya había retrocedido un kilómetro de la playa, se dieron cuenta de que estaban ante la proximidad de un desastre.
La inmensa ola se detuvo: el padre Larrondo se apresuró a ir a la iglesia y sacó del sagrario una gran hostia consagrada y un copón para protegerla. Se dirigió rápidamente hacia la gente levantando la Sagrada Forma y dijo: “Vamos, hijos míos, vamos todos hacia la playa y que Dios se apiade de nosotros”. La multitud, antes sobrecogida por el miedo, se vio animada por un valor inexplicable y, sin dudarlo, se encaminó hacia el peligro, emocionada por la presencia de Jesús Sacramentado y por la fe de su pastor. Pronto el párroco Larrondo se encontró pisando el terreno antes bañado por las aguas. En la playa, los feligreses no paraban de rezar mientras miraban a lo lejos una aterradora pared de agua que avanzaba a gran velocidad. Sorprendidos, contemplaban cómo el sacerdote, esperando serenamente que la ola se acercara, levantaba hacia lo alto la Sagrada Especie y con ella trazaba una gran señal de la cruz. ¡Un momento inolvidable! Si en el mar Rojo antaño las aguas se abrieron, aquí “la ola avanzó todavía un poco, pero antes de que el Párroco Larrondo y el Párroco Julián se pudieran dar cuenta de lo que estaba pasando, la población, emocionada y conmovida, gritaba: “¡Milagro! ¡Milagro!”. La inmensa ola que amenazaba con destruir el pueblo de Tumaco se detuvo de repente como bloqueada por una fuerza invisible más grande que la de la naturaleza, mientras que el mar volvía a su estado habitual.
Lo que empezó con lamentos de terror, terminó con lágrimas de alegría tras el Tsunami que se acercaba a la Playas El Morro en Tumaco. El Párroco Larrondo mandó a que se dieran prisa en traer la custodia para entronizar la Sagrada Hostia, dos veces milagrosa. Entonces recorrió, con toda pompa, las calles y alrededores de la ciudad salvada del exterminio. A partir de esa fecha, el pueblo empezó a reunirse en el Templo parroquial todos los años, para agradecer el milagro realizado por la presencia del Santísimo Sacramento, comparable en grandeza a los que se narran en la Sagrada Escritura.
Carroza Contra viento y marea II
Para Edwin Ramos fue una experiencia muy bonita, porque cuando le iban contando la historia, imaginó cosas muy chéveres, como por ejemplo: plasmar la historia, no de algo muy religioso, sino a partir de lo alegórico y metafórico.
La carroza se llamaba “Contra viento y marea” y alrededor de dos meses tardaron en terminarla. Estuvieron casi de 18 a 20 horas al día trabajando, y cuando ya estaba en la senda del Carnaval, era muy gratificante para Edwin Fernando Ramos. Sentía que el mensaje estaba llegando. La gente los felicitaba por el trabajo. Lo aplaudían y le reconocían el trabajo.
“Esa carroza nos llena de alegría a todos los tumaqueños. Es algo muy significativo y me enorgullece, que se siga dando a conocer un poco de nuestra cultura tumaqueña” dice Dhuvin Quiñones, oriundo de Tumaco.
Hubo muchos mensajes de personas que no conocían la historia. Sin embargo, llamaban a felicitarlo y a agradecerle por haber mostrado esta región, y mucho más, el evento religioso. Según la investigación que realizó el padre Ever, ese es el único mar en donde ha sucedido un milagro eucarístico. Así como muchos nariñenses tienen presente a Nuestra Señora de Las Lajas como un sitio sagrado, también hay mucha gente de Tumaco que ve las aguas de la perla del Pacífico nariñense como un lugar sagrado. Según Ramos, “son las aguas tocadas por Dios”.
Muchas personas no leyeron la descripción de lo que realmente representaba la carroza “Contra viento y marea”, lo que llevó a que algunos sectores extremistas religiosos dijeran que el demonio estaba presente en medio de la carroza. Desde un principio se pensó que la figura principal de la carroza “Contra viento y marea” debía ser la muerte, no necesariamente debido a la amenaza de una ola que ocurrió en 1906, sino como un símbolo de la violencia que ha afectado al Pacífico nariñense. La muerte, en su significado más amplio. “El tema se volvió polémico, lo que permitió que muchas personas, incluidos nosotros mismos, educáramos a otros al respecto”, dice Edwin. En lugar de enfocarse únicamente en la figura en cuestión, se fomentó la reflexión sobre su verdadero significado. Lograron su objetivo de dar a conocer cómo la vida triunfó en este evento milagroso y la importancia de reconocer la riqueza cultural de la región gracias a la ventana que les ofreció el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto 2024.
“Este año, el Carnaval tuvo un eco masivo a nivel nacional e internacional, y esta carroza jugó un papel fundamental porque muchas personas en plataformas, principalmente X, difundieron su mensaje e imagen, contribuyendo a la avalancha mediática”, dijo Lorena Burbano, directora de comunicaciones de CorpoCarnaval.
«Ha sido, creo, una de las obras de las cuales más he disfrutado, porque pude coordinar toda la parte de la puesta en escena, pero también jugar con mi gente, arriba en la carroza, haciendo movimientos. Fue muy bonito ese proceso», dice Edwin.
El proceso de construcción de memoria a través de las carrozas es esencial en el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto. La carroza es considerada como una construcción de memoria, basada en hechos que no son comunes y que normalmente desconocemos. «Lo que hicimos fue, obviamente, hacer memoria. Todas las obras tenían una memoria dentro del Carnaval», dice Edwin. “Desde el momento en que se reconoce que la voz es parte de la memoria y la identidad de un territorio, las experiencias, hallazgos y características de una región fortalecen cualquier proceso. Recoger esa memoria colectiva es fundamental”, dijo Lorena Burbano.
El proyecto dentro del Carnaval le abrió las puertas al artesano Ramos a nivel nacional e internacional, no solo para hacer carrozas, sino también para crear alumbrados navideños o decoraciones para centros comerciales. «Mi trabajo artístico ha ido madurando. Hemos trabajado también en Ibagué y hemos hecho trabajos para Ecuador. Estuvimos mucho en Cali, también hicimos una presentación en el Carnaval de Barranquilla. Han surgido oportunidades para trabajar en diferentes lugares”, dice Edwin.Actualmente, el artesano está trabajando en una escultura de Fray Gerardo Larrondo para el malecón del Distrito Municipal de San Andrés de Tumaco. Este monumento es un emotivo tributo a la valentía y la fe del Fray Gerardo ante una imponente ola que amenazaba a la población tumaqueña. Por ahora, la escultura apenas muestra el rostro del Fray modelado en arcilla, sobre una base de metal rodeado de frascos llenos de agua, mientras que en una esquina se encuentran los materiales de pintura y la base del cuerpo en icopor, sin terminar su forma definida.
