Por: Vanessa Gómez | Stiven Burbano

«Las cicatrices del alma», busca retratar el poder de capturar y comunicar emociones de una manera única y profunda. A través de este proyecto quiero reflejar el impacto emocional que experimentamos al vivir eventos traumáticos de cerca, especialmente aquellos que nos hacen sentir vulnerables y al borde de la muerte. En esta oportunidad, no solo quería documentar estos momentos de una forma simbólica y que me representen a mí y a los demás sobrevivientes frente a este suceso, sino también invitar a la reflexión, destacando la resiliencia humana y la capacidad de encontrar luz en medio de la oscuridad.

La importancia de este proyecto, para mí, radica en haber sido testigo sensible y consciente de estas experiencias humanas tan intensas. Al tomar estas fotos, intenté capturar no solo el dolor y la angustia, sino también la fortaleza y la esperanza que emergen de situaciones de violencia y vulnerabilidad. Así, la cámara se convierte en una herramienta para visibilizar estas emociones sin minimizarlas, presentándolas de una manera que honra la complejidad de las experiencias de las personas. A través de la narrativa fotográfica ofrezco una perspectiva que no sea revictimizante, sino que muestre la dignidad y la valentía de aquellos que han sobrevivido. Así como mencionó uno de los sobrevivientes: «No todo vuelve a ser igual cuando sales, o intentas dormir, porque a veces esos recuerdos vuelven, pero con el tiempo, aprendo a encontrar paz y esperanza en medio de los buenos recuerdos, personas y sueños que tengo por cumplir, no puedo perder esta segunda oportunidad que tengo de seguir disfrutando de lo bueno que tiene la vida para cada uno».

Este trabajo aspira a ser un puente entre el sufrimiento y la esperanza. Al documentar estos momentos traumáticos con sensibilidad y respeto, quiero que mis imágenes sirvan como un recordatorio de que, aunque las experiencias de violencia y vulnerabilidad pueden dejar cicatrices profundas, también pueden ser una fuente de transformación, fortaleza, esperanza y sanación; que cada fotografía sea una invitación a reconocer y validar las emociones complejas de los sobrevivientes, promoviendo una comprensión más profunda y compasiva del impacto humano frente a sucesos como este. Creo que tenemos que seguir adelante sanando nuestras heridas, para que así se conviertan… en cicatrices que florecen.

Shock-Vulnerabilidad

Desesperación

Resignación

Aceptación