La Fundación Righetto lleva 17 años comprometida con el bienestar de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en Pasto, especialmente con aquellos que han cometido algún tipo de delito en contra de la ley y desean fortalecer su proyecto de vida para no reincidir.
Joven participante del taller de artes de la Fundación Righetto. Foto: Angélica Rodríguez – Nathaly Bernal
Righetto es una fundación privada sin ánimo de lucro, que lleva alrededor de 17 años de servicio a la sociedad, enfocada al bienestar de niños, niñas, adolescentes y sus familias, bajo los estándares de calidad establecidos por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
La fundación maneja distintos programas; atención a la población del sistema de responsabilidad penal para adolescentes, modalidad de acogimiento residencial internado, programa hogar de paso, programa apoyo post institucional y la estrategia de egresados del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA).
Dentro de estos programas se ejecutan proyectos de desarrollo humano para el mejoramiento integral, uno de los más importantes es la modalidad de apoyo post institucional dirigida al mejoramiento del proyecto de vida de cada uno de los y las adolescentes después de cumplir su sanción, por medio de talleres de arte como una herramienta para contribuir a los procesos de resocialización.
Samuel Estrella, dinamizador socio-cultural de la Fundación Righetto explica, “el taller permanente es el de arte, que es el que mayor acogida tiene para los chicos, porque de una u otra forma ocupan su tiempo libre. Practicar las diferentes actividades de arte les permite disminuir sus niveles de ansiedad, si es un taller que ha tenido acogida y es permanente”. Además, menciona que se brinda una amplia variedad de talleres, cursos certificados en maquillaje, repostería y decoración. Este proceso promueve el campo ocupacional para generar mayor productividad en las y los participantes y lograr una vinculación social, desde el desarrollo personal.
Joven participando de actividades lúdicas en la Fundación Righetto. Foto: Angélica Rodríguez
Juan (nombre alterado a petición del entrevistado), afirma estar agradecido con el estudio y las oportunidades que le han brindado, “los talleres vocacionales que nos enseñan para aprender un oficio hacia nosotros”, también asegura estar motivado y encontrar las herramientas necesarias para comenzar con un proyecto de vida desde sus capacidades y posibilidades.
Todos y cada uno de estos procesos benefician a la sociedad, sin embargo, como afirma Jose Luis Oliva director de la Fundación Righetto, la misma sociedad es ajena a estas actividades, “hay instituciones que son muy ajenas al trabajo, y como que no se involucran en saber, apoyar, o en tratar de acompañar este tipo de procesos”, e invita a las distintas instituciones a conocer la misión de la fundación y a unir esfuerzos para un mejor desarrollo de las actividades.
Trabajo en equipo entre las y los integrantes de la Fundación Righetto. Foto: Angélica Rodríguez
Yadira Leyton, Psicóloga Magíster en Neuropsicología Clínica, quien realiza acompañamientos a los procesos de educación inclusiva, expresa que “desafortunadamente el gobierno regional ni nacional ha hecho aportes significativos para sostener este tipo de fundaciones, creo yo que si desde las políticas regionales hubieran unos lucros y presupuestos destinados a este tipo de espacios, tendríamos mejores resultados y menos niños en condiciones vulnerables”. Además, pronuncia que las fundaciones deben encaminarse a la prevención de reincidencia de conductas e incentivar al aprovechamiento del tiempo libre.
Los y las participantes del programa de la Fundación Righetto, son motivados al mejoramiento de su calidad de vida y ven en la fundación una segunda oportunidad de transformación social y personal.