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Juan Guillermo Ortiz Juliao: Creer en la Contraloría

El Contralor saliente de Pasto enfatizó su trabajo en la recuperación de la credibilidad en la institución y habla de los principales hallazgos


Por María José López Chaves,

Estudiante de Comunicación Social

Universidad Mariana.


No tuve que esperar mucho tiempo. Las puertas del despacho se abrieron y un gesto vago de la secretaria me indicaba que podía seguir. “Esta es una contraloría de puertas abiertas, bienvenida.” Fue lo primero que escuché al entrar al lugar. Luego de eso y con evidente disposición, Juan Guillermo se apresuró a iniciar la entrevista e hizo la primera pregunta: “entonces María José, cuéntame, ¿en qué puedo ayudarte?”. Respondiendo a la amabilidad y confianza manifestadas decidí darle apertura a la entrevista con la pregunta más importante de todas, aunque no sin antes agradecer la cordialidad: ¿quién es Juan Guillermo Ortiz y cómo llegó a ser la cabeza de la contraloría municipal de Pasto?


- Juan Guillermo Ortiz Juliao es un abogado de profesión, una persona que quiere muchísimo su ciudad y que ha pretendido que mediante el desarrollo del control fiscal el municipio mejore, progrese. Tengo una especialización en derecho contencioso administrativo, una Especialización en Alta Gerencia, y estoy culminando mi trabajo de grado de una Maestría en Derechos Humanos y Gobernanza. Calculo que para el mes de abril ya pueda obtener mi título. Ahora bien, hay unos requisitos legales que se deben cumplir para llegar al puesto, hay un mínimo de edad, se pide experiencia y una profesión. Yo afortunadamente cumplía con todos los requisitos y no tuve el más mínimo inconveniente al momento de presentarme a la convocatoria pública. Obtuve el primer lugar desde el principio, tanto en las pruebas y en la calificación de la hoja de vida, como en la entrevista que hizo el honorable Consejo de Pasto. Esto me llevó a posesionarme como contralor el primero de mayo del año 2016. Ha sido un tema muy bonito, de mucha experiencia. Aspiro a que mi reemplazo venga con más ganas de las que vine yo, para que el trabajo pueda hacerse cada vez pensando más en la ciudad.


- Claro que debe ser así, la persona que entre debe asumir con la misma propiedad el cargo -complementé para proseguir con la siguiente pregunta- Entonces, ¿teniendo en cuenta que las entidades de control fiscal deben tener a su base principios de democracia participativa con relación a la gestión pública, ¿cómo definiría usted a la Contraloría Municipal de Pasto?


- Esta Contraloría en primer lugar es una entidad a la que pueden acudir todos, sin importar ningún otro factor más que el ser ciudadanos del municipio, porque la competencia es limitada solamente a la ciudad. Estos temas de participación que menciona usted son muy importantes porque nuestra administración se ha ocupado principalmente de la capacitación de nuestros veedores ciudadanos, y hemos hecho varios cursos que han dejado a la gente muy satisfecha. Además, el trabajo que se ha hecho en este periodo ha sido un trabajo social, encaminado a mejorar la calidad de vida de las personas que acuden a la entidad. Un ejemplo de ello es la creación de la figura de los contadores escolares, que fue un tema muy bonito, pero también engorroso, pues inicialmente no conté con el apoyo de la Secretaría de Educación, ni con el de los rectores.


También es importante resaltar que esta Contraloría era la número 63 entre 64 en el ranking de hace cuatro años, ahora somos la séptima. Nos sentimos muy orgullosos, y yo le agradezco a mi equipo de trabajo. En esta Contraloría nadie es jefe de nadie, aquí todos somos compañeros de trabajo, cada uno tiene unas actividades específicas que realizar y cada uno sabe que si no las realiza la que sufre es la entidad. Mi periodo ya culmina el 31 de diciembre de este año.


- En las políticas de calidad de la institución se establece que el control fiscal se complementa por medio de la participación ciudadana. ¿Esto se cumple? Y si es así, ¿de qué manera la ciudadanía puede ejercer esa participación?


- Excelente pregunta, muchas gracias. Nosotros tenemos una dependencia que se llama participación ciudadana, y está liderada por un profesional idóneo en el tema, sensible a la comunidad y que ha traído incluso el reconocimiento de la Autoría General de la Republica. Las quejas se interponen de la siguiente manera: el o la ciudadana que crea que algo no esta funcionando bien en la ciudad, acude a la dirección de participación ciudadana o directamente conmigo; interpone la queja de manera verbal o escrita y si la competencia es nuestra, dentro de los cinco días siguientes se le notificará. De lo contrario, la queja es remitida a la entidad competente para satisfacer las necesidades que trae la gente. Lo hemos hecho así y nos ha dado muy buenos resultados. Antes las quejas que llegaban eran 3 o 4 al año, ahora llegan 100. Obviamente en ese sistema hay cosas por mejorar, pero lo más importante es la credibilidad que la gente está recuperando en la institución.


- Si, es muy importante que la gente entienda que puede, pero sobre todo debe, hacer parte de todos estos procesos activamente. En ese sentido ¿usted cuáles considera que son los retos para la entidad de control fiscal en un municipio como Pasto?


- Partamos del punto de que las contralorías territoriales están muy limitadas en cuanto a presupuesto y en cuanto a personal. Entonces uno llega con un plan gerencial de altas aspiraciones, pero se encuentra con esta realidad. A partir de ahí uno se pone en la tarea de trazar unas metas que sean verdaderamente realizables. Nosotros buscamos primero recuperar credibilidad, que es un proceso difícil en sí mismo. Segundo, debemos cumplir lo que se denomina como el PGA, que es el Plan General de Auditorias, el cual nos pide que se haga revisiones posteriores y selectivas a los sujetos de control. Este posterior y selectivo significa que el control que se realiza hoy en día va después de la celebración de los contratos, es decir, nosotros no tenemos control preventivo; y selectivo quiere decir que se auditan una cantidad prudente de contratos para sujetarlos a revisión, generalmente se seleccionan los que se consideran más emblemáticos.


- ¿Cómo se ejecuta esta selección? ¿qué variables influyen y quién toma la decisión?


- Esta selección antes se realizaba al azar, y les correspondía a los auditores. Desde que asumí el puesto, la selección la he venido dejando a cargo de la Dirección de Control Fiscal en común acuerdo con mi despacho. Las variables no son muchas, tomamos más que todo contratos de alto valor, contratos en los que hay denuncias, contratos en los que es simple evidenciar una posible irregularidad, y sobre todo nos enfocamos en los casos emblemáticos para la región, pues la credibilidad para nosotros es fundamental.


- En ese sentido, ¿hay algún programa o proyecto que se esté adelantando a nivel nacional o regional para darle respuesta a esta ausencia de controles preventivos dentro de los procesos de veeduría fiscal? ¿no sería mejor o incluso más eficiente pensar en esos términos?


- Excelente pregunta María José. En el año 2019 por iniciativa del señor Contralor General de la Republica, doctor Carlos Felipe Córdoba, se pensó un proyecto de ley que hoy en día es el acto legislativo 04 de 2019, y es el acto que reforma el control fiscal en Colombia desde el robustecimiento de las contralorías que realmente producen resultados y la supresión de las que no lo hacen. En estas reformas también se habla de un control preventivo y concomitante, es decir, que podemos indagar antes de la firma de los contratos, antes de la ejecución de las grandes obras; y concomitante significa que podemos actuar durante o en el momento que se están realizando. Pero hay una condición para llevar a cabo ese control preventivo, que se realice con previa autorización de la Contraloría General de la República, así quedó en el acto legislativo.


- ¿De qué tipo son los hallazgos que son competencia de la Contraloría? Y ¿Cuáles son los principales informes que se han presentado durante su gestión?

Contralor municipal de Pasto
Juan Guillermo Ortiz

- Estos hallazgos, María José, y de nuevo muy buena pregunta, son de índole fiscal, es decir, cuando se considera que hay un posible detrimento al erario; de índole administrativo-sancionatorio, que es cuando los funcionarios retrasan ya sea por acción, omisión o por descuido, el trabajo de las contralorías; administrativos, que son todos los hallazgos que se encuentran y que deben ir a un plan de mejoramiento para que la entidad sepa que debe corregir cosas que no andan bien; y disciplinarios, que son los que remitimos ya sea a las jefaturas de control interno de los sujetos auditados, o bien a la procuraduría. Eso es en términos generales o teóricos como usted dice.


Ahora, hallazgos importantes que nosotros hemos encontrado hay muchísimos. En hacienda del municipio de Pasto encontramos que no se estaba cobrando con la suficiente diligencia el tema de los prediales, fue un hallazgo que se cuantificó en más de 3.000 millones de pesos y que está siendo sujeto de estudio en este momento de la dirección de responsabilidad fiscal. Otro hallazgo importante es Avante, esta entidad tiene varios. Está el Plan de Movilidad, que fue un plan pensado para realizarse de manera gratuita y que, de un momento a otro apareció un contrato con una universidad pidiendo que se realice nuevamente el plan cuando este ya estaba hecho, fue un hallazgo de 1.500 millones de pesos. Están también los famosos hallazgos en Tránsito Municipal, donde se encontró temas muy graves, por ejemplo, la cuestión de los parqueaderos. Resulta que los parqueaderos en Pasto se están operando por particulares que según la Secretaría de Tránsito tiene contrato con ellos, pero ese contrato es inexistente, no hay convenio de ninguna clase. Esto implica que, si a usted se le llevan su vehículo por una infracción, legalmente no hay quién responda por ese vehículo porque el municipio no tiene convenios vigentes con ningún parqueadero.


El teléfono suena, pero el señor Contralor no manifiesta intención alguna por contestar, al contrario, trata de culminar su respuesta hablando un poco acerca de un hallazgo más: los recibos falsos por pago de impuestos de compensación de espacio público de construcción cuando se planea realizar una obra. Comenta que hay alrededor de 139 recibos a los que se le detectaron irregularidades que llegaban a la suma de 1.180 millones de pesos. Finalmente indagué un poco más acerca de qué se trataba este tema de los recibos adulterados y en términos generales entendí que lo que sucedió es que la Contraloría aún no inculpa a nadie, pues no hay un beneficiario concreto en todo este asunto. El dinero se está perdiendo, evidentemente, pero los dineros jamás ingresaron a las arcas del municipio aún cuando existen los recibos de pago con los que se han expedido las licencias de construcción de determinadas obras, obras que no deberían haberse realizado. Finalmente, se podría decir que este es uno de los hallazgos más importantes porque permite ver un foco de corrupción muy grande que debe ser objeto de investigación urgente. Cuando pregunté por el estado de este proceso investigativo, el Contralor manifestó “estamos a la espera de un reporte para saber qué tanto se perdió, cómo se perdió y quiénes son los responsables”.

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