Por: John Rodríguez Saavedra
RUEDA DE PRENSA
11 de octubre/Mañana
Casa de la Cultura de Nariño
En el escenario de la casa de la Cultura de Pasto sobresalía un pendón del Festival Internacional de Cine de Pasto, FICPA, 2024. La fotografía mostraba la adaptación de la película Rocky cuando Balboa, el boxeador interpretado por Sylvester Stallone, subía corriendo las escaleras del Museo de Arte de Philadelphia con el fondo de la canción ‘Gonna Fly Now’, de Bill Conti. El vídeo promocional del FICPA 2024 recreó esa pequeña escena de Rocky que en 1976 ganó el Óscar a Mejor Película, pero en las pequeñas escaleras del monumento central de la Plaza de Nariño. En versiones anteriores también han hecho referencia a otras películas y personajes reconocidos como La Naranja Mecánica, de Stanley Kubrick, y Marilyn Monroe.
Giovanni Insuasty, fundador y director del Festival estaba ahí, temprano, esperando a los invitados. Entonces le dije que habláramos un poco sobre la versión 2024 del FICPA. Nos metimos a una de las salas de exposiciones, y allí, con menos ruido, conversamos un poco. Me dijo que tenía muchas expectativas, que quería que el Festival siguiera creciendo, que tuviera cada vez más público y que se instalara en la agenda cultural de la región. Me dijo que seguían trabajando en la calidad de las proyecciones y en la escogencia de los trabajos audiovisuales. Me dijo que el Festival poco a poco se ha convertido en una plataforma del cine nariñense, que hay más realizadores que hacen sus trabajos para proyectarlos en el Festival y , si es posible, obtener alguno de los reconocimientos.
Foto: Jorge Insuasty
Que gracias al Festival se han podido llevar muestras del cine nariñense a diferentes partes de Colombia y del mundo, como Cartagena y España, dijo Insuasty. Y que además, se han traído profesionales para que el público pueda tener contacto con ellos y ellas, y con sus experiencias. Que actualmente, desde el Festival, están impulsando la industria local. Que antes no había empresas que ofrecieran servicios y equipos, dijo, y que ahora ya hay más realizadores, y que por eso mismo, las producciones son cada vez más competitivas. Que eso ha implicado que creadores y creadoras del cine nariñense ganen premios a nivel nacional y regional y que obtengan más recursos para sus trabajos, dijo.
Algo muy importante, según Insuasty, es el tránsito de la condición de “toderos” de algunos realizadores a un ámbito más especializado y profesional. Así, ahora hay quien se dedica exclusivamente al sonido, a la fotografía, al guión y a la asistencia de dirección, entre otras. Por eso, los talleres de la versión 2024 del Festival, le apuntaron a eso. En este año, tuvieron talleres como el de apreciación de guión musical cinematográfico que fue impartido por Sebastián Araújo Acosta el viernes 18 y sábado 19 de octubre entre las 9 de la mañana y la una de la tarde en las instalaciones del Banco de la República, en el centro de Pasto. Con todo, hay cosas que faltan. Por ejemplo, Insuasty y el equipo del Festival, quisieran tener más público. Aunque algunas salas se llenan durante las proyecciones, ellos esperan que aumente notablemente el número de asistentes.
Entre los asistentes a la rueda de prensa, estaba Cristian Hidalgo, un maestro en Artes Plásticas pastuso egresado de la Universidad Nacional, sede Bogotá. Él hizo parte del equipo de curaduría de la categoría Corto Colombiano. Ese equipo de curaduría estuvo conformado, además de Cristian, por dos personas más y tuvo la tarea de revisar en dos semanas alrededor de 65 cortometrajes. “La curaduría no es sólo una cuestión de calificación, sino también de averiguación acerca de qué está detrás de los cortometrajes, de qué nos están hablando y cuáles son las preocupaciones de los realizadores en Colombia”, dijo Cristian.
Lo que Hidalgo encontró en las propuestas de cortometrajes de esta versión del Festival fueron propuestas interesadas en narrar las violencias, urbana y rural, a través de lenguajes metafóricos para animar algunas reflexiones sobre temas de interés para el país. Además, la presencia del paisaje en los trabajos que permiten una vinculación con los territorios colombianos. “Uno de los cortos que me llamó la atención fue Sirenas en la niebla y tiene que ver con una historia de violencia en una laguna. No se especifica la laguna sino que se crea una ambigüedad sobre este espacio, un poco místico, donde habitan sirenas. Ahí, como fondo, está el conflicto armado, y el paisaje que habla desde las sonoridades y desde el encuadre”, dijo Cristian.
Paulo Sebastián Sánchez, pastuso, gerente general del Festival y encargado de la parte financiera, también estuvo en la rueda de prensa del FICPA 2024. ¿Cuánto cuesta hacer el FICPA?, le pregunto, y Paulo me cuenta que con los apoyos del Ministerio de Cultura, de la gobernación de Nariño y de la alcaldía de Pasto, aproximadamente se reunieron 100 millones de pesos para poder realizarlo. Para eso, han tenido que postularse a las convocatorias de concertación del MinCultura, de Estímulos de la gobernación y la alcaldía. La relación del Festival con las entidades gubernamentales ha sido efectiva y les ha permitido acceder a los recursos para poder realizar el FICPA, sin embargo no hay un presupuesto fijo destinado al Festival y anualmente tienen que seguir postulándose a las convocatorias.
Según William Lucero, actual presidente del Consejo de Cine, Audiovisuales y Medios Interactivos de Nariño, a lo largo de sus 20 años, el FICPA ha sido un espacio fundamental para el desarrollo del sector audiovisual nariñense, ofreciendo oportunidades tanto para cineastas experimentados como para aquellos que apenas están iniciando. La combinación de una curaduría exigente con espacios dedicados a la formación de nuevas generaciones y la visibilidad de producciones más comerciales como los videoclips, ha permitido que el festival se mantenga relevante y siga siendo un punto de encuentro clave para la cultura audiovisual en el sur de Colombia.
Lucero cuenta que, en sus inicios, el Festival presentaba todo lo que se producía en Nariño, sin una selección rigurosa, lo que generaba discrepancias entre los realizadores más experimentados y los novatos. Con el tiempo, el festival ha evolucionado hacia una curaduría más cuidadosa, donde solo se seleccionan los mejores cortos, videoclips y producciones audiovisuales de la región. Esto ha elevado el nivel de las obras proyectadas y ha consolidado al festival como un espacio de calidad.
En estos 20 años del FICPA, dice Lucero, que uno de los aspectos más importantes ha sido la evolución de la muestra de cine nariñense. Recuerda que en sus inicios, el festival proyectaba todas las producciones locales sin una selección estricta, lo que generaba una convivencia entre cortometrajes de diferentes niveles de calidad y experiencia, y que esta situación, aunque inclusiva, generó diferencias entre realizadores profesionales y aquellos que recién comenzaban.
Foto: Cortesía FICPA
GALA DE INAUGURACIÓN
11 de octubre de 2024/ Noche
Teatro Javeriano
Emmanuel Esparza González, actor español reconocido a nivel internacional por su participación en series como Mentiras Perfectas (Colombia, 2013), Sala de Urgencias (2015, Colombia), La Pola (2010, Colombia) y películas como Alpha (2013, España), fue uno de los invitados especiales al FICPA 2024. Llegó a Pasto con su pareja, Essined Aponte, actriz puertorriqueña de gran trayectoria y que ha hecho parte de producciones como Escupiré sobre vuestra tumba, (Colombia, 2023-2024), Érase una vez en el caribe (2023, Puerto Rico), Medellín (2022, Francia), entre otras. Después de las sesiones de fotos en la alfombra roja, hablé con ellos.
¿Conocían algo de Pasto antes de venir?, les pregunté. “Yo no. Es mi primera vez en Pasto. Sabía que era una ciudad muy hospitalaria, de hecho tengo a alguien que amo y adoro aquí, Juan José Villalobos, actor, pero no había tenido la oportunidad de ver la ciudad. Me he sorprendido muchísimo”, dijo Essined. Por su parte, Emmanuel dijo que, por su trabajo en la serie la Pola, tuvo que estudiar sobre algunas ciudades colombianas importantes en la época de la colonia, y entre ellas, Pasto. “No había venido nunca, la verdad, pero ha sido una sorpresa, por los paisajes que acabo de ver, por la gente, por la comida”, dijo Emmanuel.
Me dijeron que, hasta ese momento, no conocían nada del cine nariñense. Essined resaltó la movida cultural de Pasto. Que muchas personas pensaban que todo estaba en Bogotá, pero que la sorprendió mucho que aquí hubiera, por ejemplo, tanta presencia de teatro. Que salir a las regiones le permitía descubrir talentos, dijo. Emmanuel resaltó la labor del equipo de la organización del Festival. Invitó a todos los estudiantes con los que pudo compartir sus charlas a aplaudir el trabajo titánico de Giovany Insuasty, fundador y director del Festival. Que es increíble que haya alguien que esté interesado en ese tipo de proyectos y que espera que este Festival resuene en todo el mundo, dijo.
Foto: Cortesía FICPA
También les pregunté sobre la situación del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, INCAA, de Argentina, a partir de la llegada de Javier Milei a la presidencia de la república. Según el artículo Los recortes de Milei golpean también el cine argentino publicado el 15 de marzo de 2024 en El País de España, los críticos del INCAA consideran que el organismo es vetusto, ineficiente y está ideologizado, y por otro lado, los defensores, han dicho que el ente es “fundamental” para el desarrollo de la industria. “Cuando los gobiernos utilizan la política para interferir en los eventos culturales, (en cine) en cómo se hacen las producciones, en cómo se invierte el dinero, cuando tú utilizas esa parte política o una ideología para jugar con eso, la estás cagando. Para mí, eso es un desastre, da igual que sea Argentina, España, Colombia o donde sea”, dijo Emmanuel. Que la cultura es la cultura, dijo, y que es importantísimo que haya personas que quieran contar historias en el cine, en el teatro, y que los gobiernos, más allá de lo ideológico, tienen que apoyar esos proyectos.
¿Para qué le sirve el cine a un país?, les pregunto, además. La primera que me respondió fue Essined. “Para muchas cosas. Para contar historias que emocionen. El arte sirve para hacer una crítica social en todos los sentidos porque a través del arte se puede educar, y de alguna manera, abrir los ojos sobre lo que está pasando, no solo en el lugar en donde se hace cine, sino a nivel mundial”, dijo Essined. Para ella, el arte, por generaciones ha servido para eso, y no sólo el cine o el teatro, sino también la música. Por eso cree que el arte en general no se debe tocar, ni a nivel político ni a nivel ideológico o religioso.
Emmanuel respondió después de ella. Dijo que el arte es una herramienta fundamental para que las sociedades cuenten sus problemas, que la televisión es un negocio distinto, pero que el teatro y el cine tienen que ser ese pasaporte mediante el cual los artistas crean historias y cuestionamientos para que la gente que vea las producciones piense sobre lo que está sucediendo.
Finalmente, Emmanuel dejó un mensaje para los estudiantes interesados en contar historias a través del audiovisual. Contó que, desde su experiencia con grandes productores y guionistas, ha entendido que las limitaciones técnicas y económicas, muchas veces, potencian la creatividad de manera incalculable. “Es bonito que empiecen haciendo trabajos porque, cuando no se tiene nada, lo primero es la historia que se quiere contar. Y que luego viene la intoxicación del propio negocio de la industria que te va diciendo por dónde tienes que tirar, pero que también te aprieta a nivel creativo”, dijo Emmanuel.
Dalton Chisicá, de Sony Alpha Partner, también estuvo en la noche de gala de inauguración del FICPA 2024 y hablamos con él. Dijo que cuando alguien estudia actuación, le dan dos opciones de trabajo: en cine, o en televisión. Pero Dalton dijo que había muchas otras posibilidades en los nuevos medios digitales. Dijo que a través de lo digital se pueden generar buenos ingresos económicos. Que la clave está en llevar lo aprendido del cine y la televisión al escenario digital.
Foto: Maycol Florez
PROYECCIÓN DOCUMENTAL MUJERES BUSCADORAS
18 de octubre/Mañana
Teatro Javeriano
“Un proyecto que honra a las mujeres que buscan a sus seres queridos dados por desaparecidos”. Con ese lema, no solo se presentó el documental, sino que se realizó. Resultado de un proyecto de investigación en el que participaron docentes y estudiantes de los programas de Comunicación Social y Trabajo Social de la universidad Mariana, el documental estaba listo para proyectarse dentro de la programación del FICPA. La cita era a las nueve de la mañana en el teatro del colegio Javeriano.
En el documental se cuentan las historias de Gloria Achicanoy, madre de Alexánder Achicanoy, desaparecido el 24 de abril de 1997; de Flor Alba Carrera, madre de William Yovany Gómez Carrera; de María Cuarán, madre de Javier Ómar Calderón Cuarán, desaparecido, sobrina de Ángel Cuarán, desaparecido, suegra de John Jairo Torres, desaparecido y esposa de Ómar Emilio Calderón Rosero, desaparecido; de Teresa Ortega, madre de Aldri Alí García Ortega y de Ruby Delgado, esposa de Robert Hernán Guaquez Nupán.
Ángela Karina Gómez es docente del programa de Comunicación Social de la universidad Mariana y estuvo a cargo de la presentación formal del documental. Desde el momento en que la invitaron a presentar el evento, ella pensó en la responsabilidad de esa labor que le habían encomendado y del alto grado de sensibilidad que contenía. Ese era un evento distinto a los que está acostumbrada a presentar. Tenía expectativas sobre cómo dirigirse al público, sobre qué palabras utilizar. Incluso, escogió su vestuario con mucho tacto y anticipación porque, según ella, desde el vestuario también se comunica. Escogió el color violeta para su vestuario porque para ella está asociado al respeto.
Cuando las mujeres buscadoras entraron al teatro recibieron aplausos de parte del público. Después se presentó el documental y una vez terminada la proyección, Ángela Karina le pidió a Dios para que la guíe sobre qué palabras utilizar en ese momento.
Foto: Maycol Florez
María Analia Ojeda Erazo, socióloga y también docente de la universidad Mariana, pero del programa de Trabajo Social, estuvo en la proyección. A la salida me dijo que ese documental no era más que un reflejo de la situación de nuestro país que hace décadas ha sufrido por la violencia que ha afectado a distintos grupos sociales como civiles y militares. Además, habló de la importancia de la valiosa lucha incansable de las mujeres que buscan a sus hijos, a sus esposos, a sus hermanos y cuyas historias aparecen en el documental. Dijo que esperaba que ese tipo de trabajos sirvieran para que esos hechos no se repitieran y que las universidades deben ser entes de proyección social, que en las aulas se deben promover ejercicios de análisis con sentido crítico, y sobre todo, de conocimiento de lo que sucede en el país.
La versión de los 20 años del FICPA tenía un lema: 20 años de persistencia. Y nada mejor que esa frase para definir lo que ha sido hasta ahora. En esta oportunidad, participaron: 33 directoras a nivel nacional, 24 de ellas, nariñenses; las proyecciones y otras actividades se extendieron a espacios rurales como Jamondino, El Encano y Obonuco; en la selección Sol de los Pastos, participaron 11 cortometrajes internacionales, 12 cortometrajes nacionales, 4 largometrajes documentales nacionales e internacionales; 5 largometrajes de ficción nacionales; 4 largometrajes de ficción Andina y 3 largometrajes de ficción internacionales. En la selección Cámaras de Barniz, participaron una producción nariñense, 7 cortos y un largometraje, 8 videoclips y 7 productos intermunicipales de intercolegiados nariñenses y juveniles. En la selección Churo Cósmico participaron 3 cortometrajes en la categoría de Sociedad Diversa Mujer, LGTBIQ+ e indígenas; en la categoría de Sociedad Consciente: Patrimonio, Medio Ambiente y Animalismo, participaron 3 cortometrajes y 2 largometrajes; en la categoría infantil, 3 cortometrajes y en Animación, 5 cortometrajes.
Lo anterior, sumó 1804 minutos de proyecciones, aproximadamente unas 31 horas. El cortometraje Sirenas en la niebla, de Daniela Narváez Huertas, que le llamó la atención al curador Cristian Hidalgo, ganó el Churo Cósmico como mejor cortometraje colombiano.