Comunicación Social | Universidad Mariana | ISSN- 2981-3832
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Melodías y silencios de los músicos en Pasto
Melodías y silencios de los músicos en Pasto

 

La ciudad de Pasto se encuentra llena de cultura y arte, por lo que es cada vez mayor el interés de los jóvenes y del gremio por hacer visibles los procesos creativos que se dan en la ciudad.

Baterista de la agrupación Parces of Feelings, Taminango

Foto: Tania Rincón

La música es una de las artes que más se genera en nuestro territorio y está siempre a disposición para acompañar cada vez más los espacios culturales de Pasto. Sin embargo, la ciudadanía no tiene conocimiento sobre lo que ocurre detrás de los escenarios, cómo se desarrollan las vidas de los músicos fuera del traje y las cámaras, pero sobre todo, se desconoce cuales son las dificultades que afrontan día a día para desempeñar su labor.

Escuchando la voz de distintos músicos, nos encontramos con Álex de la Cruz, director musical de Corpocarnaval y músico intérprete, comentando que principalmente «no hay un diagnóstico del sector musical que te diga cuales son las necesidades reales del músico». Entonces cuando los intérpretes y agrupaciones deciden salir al mundo laboral para dar a conocer su trabajo, se encuentran con muchas dudas y barreras porque no tienen claros los pasos a seguir.

Así, Yeimi Argoti, director de la Bambarabanda empieza por decir que “existen problemas, principalmente es el de la circulación” y es que «no hay procesos de difusión y promoción de la música» afirma Alex, ya que no hay conocimiento de las redes o medios de divulgación. Razón por la que una gran cantidad de la producción realizada termina sin ser conocida y si se tiene interés en venderla, tampoco es posible hacerlo a nivel regional ni nacional. Esta es una problemática que involucra a todo el ecosistema musical de la ciudad, si bien cada sector pasa por adversidades distintas, muchas tienen que ver con este factor.

Por ejemplo, cuando se habla de música académica o clásica, el inconveniente que se presenta es el bajo mercado con el que cuenta este género, “aquí no hay un mercado para la música académica, entonces desde ahí ya hay una dificultad porque pues los músicos salen de la red de escuelas pero salen con un panorama muy turbio, de que tienen un conocimiento, una capacidad, pero no hay un mercado laboral aquí en nuestra ciudad para recibirlos” situación que también reconoce Cristina Cadena, músico independiente de la ciudad, comentando que «es algo complicado al ser instrumentista de escenario, a veces no hay mucho público para los eventos, o no es un público receptivo (…) el caso de los escenarios para música sinfónica, no es algo muy valorado por el público en general. Si uno va a los conciertos de la Red de Escuelas por ejemplo, uno se da cuenta de que el público son los familiares de los integrantes de la orquesta pero es difícil que una persona por voluntad propia vaya a escuchar este tipo de música académica”, dice Alex. Ya que la comunidad no se interesa o no se informa sobre el género musical.

Alex comenta que los músicos “vienen y se encuentran que la única posibilidad es estudiar una licenciatura, ahí viene el problema, porque ellos salen con esa emoción de ser intérpretes, de querer tocar música”

Información recopilada en la página de la alcaldía. Dentro de los procesos que exponen estos artistas hay un gran nombramiento de la R.E.F.M o más conocida como la Red de Escuelas de Formación Musical, liderado por la Secretaría de Educación es un proyecto de gran trascendencia en la formación de músicos en la ciudad, contando con un recorrido de más de 20 años. Técnicamente han fijado como su objetivo «el rescate pedagógico, ocupacional y ético de la juventud y la niñez a través de un completo programa de educación musical de excelencia y calidad». Un propósito que mantienen y les ha permitido demostrar la capacidad que tiene el arte y la música de acoger a los jóvenes y brindarles un camino de nuevas experiencias.

Muchos de los niños y jóvenes que se han formado en la Red de Escuelas, hoy encaminan su vida y su carrera hacia la música. Pero como se mencionó, una vez los chicos terminan su recorrido en la R.E.F.M no hay claridad sobre el camino a seguir en la música a nivel profesional. Esto ha permitido un crecimiento de artistas emergentes o empíricos que terminan por replantearse las enseñanzas de la academia, con el fin de mostrar otro tipo de música enfocada en la expresión.

Chelista de la Universidad de Nariño en práctica conjunta

Por: Tania Rincón

En este asunto hay distintos puntos de vista que se chocan. Alex comenta que los músicos “vienen y se encuentran que la única posibilidad es estudiar una licenciatura, ahí viene el problema, porque ellos salen con esa emoción de ser intérpretes, de querer tocar música” y él recalca que “la universidad en música, en mi caso, te capacita para ser profesor no para decir: bueno aquí está mi música, y quiero empezar a ofertarla, a circular, a girar y a mostrar y a vivir de eso, es bien difícil» Por otro lado, aunque muchos de los jóvenes estudiantes prefieren recibir su título como músicos profesionales, el director del departamento de música, Carlos Muñoz informa que la malla curricular «tiene más contenido hacia ser maestro que hacia la pedagogía, es más o menos un 30% de lo que es el componente musical». Y aunque la Universidad de Nariño ha intentado incluir el énfasis profesional como carrera, se ha determinado que es más conveniente para los jóvenes egresar como licenciados, debido a la oferta y demanda laboral que siempre requiere más de docentes que de intérpretes profesionales de instrumento.

Sin embargo, hay muchos músicos que no se sienten a gusto con esta oferta universitaria, por lo que deciden formarse fuera de la ciudad, involucrarse en otros procesos formativos o seguir de manera empírica. Por este lado, Alex también comenta que “hay una sobreoferta de profesores y de instrumentistas empíricos que son muy buenos, no lo digo yo, lo dicen muchas personas en el mundo, no solo en Colombia, que el instrumentista pastuso se destaca por eso” debido a la variedad musical de nuestro territorio. Lo que les ha dado reconocimiento y los impulsa a continuar su carrera en otras ciudades o fuera del país.

Pero tomar este camino tampoco es fácil. En el caso de las bandas o artistas emergentes, el llamado del público a los escenarios es complicado, y aunque hay un esfuerzo constante por motivar a los artistas a presentar su arte, siempre hay que considerar otros factores, “por ejemplo está el festival de nuevas bandas que lleva a artistas a diferentes ciudades y países. Pero ha sido un poco difícil porque entenderán que desde lo independiente es complejo porque no hay recursos”, recuerda Alex. Lo que ha mantenido las dificultades en el desarrollo de los artistas, situación que hace necesario el apoyo constante por parte de las entidades públicas.

En este momento la R.E.F.M se ha enfocado en las agrupaciones de pre banda y banda infantil realizando campamentos de estudio con los chicos como preparación para los conciertos que se brindan a fin de mes, para que los niños y niñas “desde muy pequeñitos ya tengan su experiencia en las agrupaciones, en los escenarios”

Pero no solo el apoyo financiero es necesario, también se necesita que las entidades y la comunidad empiecen a reconocer los procesos que se dan en su territorio. Yeimi Argoti, Director de la Bambarabanda, explica que “no existe una conexión, alianza o normatividad que obligue, por ejemplo, a las emisoras radiales a colocar determinado porcentaje de música regional”. Entonces, los medios de comunicación de la ciudad también tienen un gran papel a desempeñar al momento de dar a conocer a los artistas pero a diferencia de otras ciudades, en Pasto no hay el apoyo que se requeriría.


Ahora, por otro lado, nos encontramos con un elemento más individual del ambiente musical y es que no se reconoce el esfuerzo que hacen los músicos para conseguir sus herramientas de trabajo como lo son, sus instrumentos musicales, o equipos de sonido.

Algunos para desempeñar su profesión se ven obligados a tomar trabajos alternos que les permitan generar ingresos para solventar sus gastos, o se ven obligados a salir a las calles, bajo un clima impredecible arriesgando sus equipos que han conseguido con su esfuerzo, con el objetivo de interpretar su repertorio musical a cambio de un aporte que es otorgado por los transeúntes que pasan casualmente por donde están ubicados.

El talento musical a nivel del departamento es muy amplio, por ende la competencia es mucha, hay muchos géneros que son bien recibidos en el entorno como lo es la música popular, tropical y juvenil (reggaeton, andino y afines) pero hay otros géneros que no reciben tanto apoyo como el rock, metal, etc. Ya que son géneros musicales más agresivos o con técnicas alternativas, por lo que muchas personas no lo prefieren debido a su diversidad o complejidad a la hora de ejecutarse. Como comenta Cristina Cadena “Es música para la que el público probablemente no está preparado”, por lo que los artistas no logran presentarse fuera de los espacios o nichos habituales.

Hay que cambiar la perspectiva

No todo el panorama musical de la ciudad es negativo. Si bien hay dificultades, lo importante es afrontarlas y encontrar oportunidades. Hoy en día se cuenta con los diferentes eventos, festivales, y programas que se tienen a lo largo de la región, gracias a los enlaces que se ha logrado con organizaciones como: el Galeras Rock, Rock al Parque, Festival de Grandes Trios (Ipiales), Carnaval de Negros y Blancos, Nariño Vive Underground, Background (Pasto), Venus Fest, La Red de Escuelas de Formación Musical, etc, que han permitido que los artistas de la región tengan la oportunidad de dar a conocer sus proyectos al público local o salir a otras ciudades y países dejando en alto el estandarte musical nariñense, a la vez que generan ingresos que en muchos casos son destinados para sus mismas producciones musicales y distribución de las mismas, motivando al músico nariñense a seguir trabajando y creando material cada vez más pulido e innovando sonidos, explayando ante los diferentes públicos el potencial y la creatividad que los artistas brindan.

En el caso de los proyectos de aprendizaje como la Red de Escuelas de Formación Musical, sus líderes siempre están en búsqueda de espacios que atraigan cada vez más al público en general a consumir música instrumental e intentan dar a conocer a la comunidad que no solo se produce música clásica, sino que hay un amplio repertorio y estilos que pueden ejecutarse, como han evidenciado en sus presentaciones dentro de la Convención internacional de Cómic en Pasto, la intervención dentro de los concursos nacionales, los conciertos de Semana Santa o sus presentaciones para las distintas festividades que se celebran en la ciudad. También hacen alianzas para dar oportunidades a los estudiantes motivándolos a ampliar sus fronteras y conocimientos.

Como la experiencia que tuvo Cristina Cadena que nos comenta que: “una de las mayores oportunidades que ha hecho crecer mi carrera fue cuando fui como representante de la R.E.F.M a la Orquesta Nacional de Batuta”. Eso la llevó a presentarse en Bogotá como violista nariñense y le brindó muchas puertas y aprendizajes para los músicos que hicieron parte de esta iniciativa. Al igual que la oportunidad de presentarse en los festivales y concursos en los que participa la red con sus distintas agrupaciones. Nos comenta Cristina que “las mayores oportunidades han sido gracias a la Red de Escuelas” dentro de su proceso y el de muchos de sus compañeros.

Si bien la Red no puede brindar mucho apoyo a los estudiantes, una vez terminan su aprendizaje en la institución, brinda acompañamiento y oportunidades para que los niños, niñas y jóvenes empiecen a conocer el panorama musical de la ciudad y cómo se pueden desempeñar en él. En este momento la R.E.F.M se ha enfocado en las agrupaciones de pre banda y banda infantil realizando campamentos de estudio con los chicos como preparación para los conciertos que se brindan a fin de mes, para que los niños y niñas “desde muy pequeñitos ya tengan su experiencia en las agrupaciones, en los escenarios”, como comenta el asesor de la Sede Artemio Mendoza, Jairo Mesa, para que ellos puedan empezar a hacer parte del ecosistema musical de la ciudad desde sus inicios.

Otra de las escuelas de gran alcance de la ciudad es la Escuela Musical Amadeus del instituto Champagnat, impulsada por el director Oscar Coral, que tiene como objetivo Información tomada de la página oficial de Amadeus: «desarrollar y proyectar las capacidades artístico musicales, el talento de niños y niñas, jóvenes y adultos del suroccidente colombiano, como también el sano aprovechamiento del tiempo libre». Brindan formación completa a personas de cualquier edad y cuenta con un recorrido muy positivo desde el año 2001. Amadeus ha logrado reconocimientos y premios, impulsando las producciones comerciales de los artistas o dando orientación para que los músicos puedan vincularse a programas de desarrollo profesional.

También es importante tener en cuenta, que ya se están generando algunas acciones desde las entidades gubernamentales que garantizan una ayuda para los músicos de la ciudad y sus proyectos. La Convocatoria Pública Departamental de Estímulos Mi Nariño Cultura Viva, brinda un estímulo o recurso para circular. Información tomada de documento oficial de la gobernación: “siendo además una respuesta real frente a las múltiples necesidades del sector cultural en Nariño y que permite al Gobierno Departamental y específicamente a la Dirección Administrativa de Cultura dar cumplimiento a las funciones que le fueron asignadas”. Esto no sería posible sin la gestión y el apoyo de artistas independientes que están comprometidos con generar un cambio en el panorama y se involucran diariamente. «Desde esa incidencia política uno dice: debe haber una convocatoria que estimule la circulación, la producción, la formación, la difusión, la creación, la investigación, todos los canales de producción de la música”, concluye Alex, y reconoce que esto es importante para que más músicos comiencen a ver la posibilidad de invertir en su arte.

El apoyo actual que tratan de brindar los comités, organizaciones gubernamentales, y entidades culturales, se enfoca en velar por el desarrollo constante y el crecimiento participativo de diferentes agrupaciones en los diferentes escenarios, abriendo algunos caminos que les permitan darse a conocer otorgándoles un espacio al que puedan llegar el público, y los artistas manifiesten su experiencia musical, demostrando sus talentos, generando incidencia para que sean visibilizados y haya crecimiento en los procesos de difusión que permitan a los músicos dedicarse por completo a su profesión con la seguridad de que podrán expandir su público.

Es cierto que hay muchas problemáticas que afrontar y hay un largo camino por delante para los músicos Pastusos. Sin embargo, los artistas con sus esfuerzos y propuestas dan un paso más, cada día en busca de mejores oportunidades para que su labor sea reconocida por la comunidad. El correcto desarrollo de los procesos musicales no solo depende de los artistas o gestores, también es labor de las personas culturizarse y apoyar la inmensidad de talentos locales de nuestra tierra para que todos podamos disfrutarlos más a menudo.